viernes, 8 de febrero de 2019

Poesía, feminismo y música. Alejandra Martínez de Miguel.



Hola a todos y todas.
Para empezar hoy, me gustaría compartir que me parece un poco frío dirigirme a vosotros y vosotras sin un nombre, así que por qué no llamarnos Aventureras, como Alicia. Por eso empiezo de nuevo:

Hola Aventureras, hoy quería hablaros de Alejandra Martínez de Miguel. Ella es una poetisa escénica, actriz y sobre todo un gran mujer. Defiende la igualdad entre mujeres y hombres de la forma más reivindicativa que ha habido durante toda la Historia: la poesía. Además no cualquier poesía, ella se sube a un escenario, y te habla a ti, te llega dentro y te hace reflexionar. Un poco como nuestro Gato, aparece, impacta y plantea grandes dudas.
Hoy más concretamente os presento el vídeo con el que la conocí, es un poema construido con un conjunto de canciones machistas a las que da la vuelta y convierte en un canto a la igualdad. Es en un Poetry Slam de Madrid y se llama Cállate y déjanos bailar:



Lo más curioso del poema de Alejandra Martínez de Miguel es que usa como herramienta algo tan importante como la música. Beethoven define la música como una revelación mayor que toda la sabiduría y la filosofía y eso es porque la música es un reflejo real de la sociedad, de sus ideales y de sus pensamientos. Y es ahí donde entra el problema de las letras, ya no solo porque son un reflejo de lo que pueden pensar los artistas, si no porque los niños, adolescentes y jóvenes son influenciables y quieren ser como sus grandes ídolos. En  muchas ocasiones estos ídolos pueden escribir sobre libertad, sobre amor, o sobre la propia música, pero hay otras veces que esos ídolos hablan de "la raja de tu falda", de una sirena que solo te quiere con la cartera llena o de una "baby que hace lo que quiero" y no solo eso, eseña a las mujeres que tenemos que "regalarle mi amor, regalarle mi vida y que a pesar del dolor es él quien me inspira". Llegando a extremos como Loquillo y uno de sus grandes éxitos "la materé" que tiene 2.917.594 visualizaciones en Youtube y 10.000 "me gusta" y lleno de comentarios que dictan: "hoy en día no se podrían hacer canciones tan buenas como estas porque estarían las feminazis reclamando y realizando sus marchas" o "nunca lo he tenido como un tema violento si no de amor no correspondido y de infidelidad por parte de ella" llamándose la canción literalmente La mataré.

Por eso desde aquí necesitamos visibilizar lo máximo posible a personas como Alejandra que de una forma cómica nos enseña que no todo lo que escuchamos debemos tomarlo como cierto,  y a cantar una canción solo si sabemos a ciencia cierta lo que dice en su letra. Y también debemos dar las gracias a gente como ella o como Rozalén que con su ya himno sobre la violencia machista, La puerta violeta,  critican y reflejan esa realidad o Pasión Vega que lo hace de forma más específica con María se bebe las calles. Pero esto no es algo que sea una moda, ya que por ejemplo la gran Aretha Franklin cambió por completo el significado de Respect, una canción que no daba valía a la mujer, convirtiéndola en un canto de libertad y por supuesto respeto. No solo las mujeres músicos se han unido a esta lucha también actrices como Emma Watson es conocida por la defensa de los derechos de la mujer y de la educación de las niñas con su discurso en las Naciones Unidas. O políticas como Hilary Clinton y su discurso que concluía con "Women's rights are Humans rights" "Los derechos de la mujer son derechos humanos".

Mucha gente dice que el feminismo está de moda, está claro que el feminismo no es una moda y que ya desde las sin sombreros en España es algo que va creciendo cada vez más, pero y qué si apoyar la igualdad, luchar por los derechos de las mujeres y combatir la violencia machista está de moda. Me parece increíble que todas estas mujeres nos hayamos unido en una sola ciudad para apoyarnos entre nosotras y para luchar por las que ya no están.
Manifestación del 8 de marzo en Madrid. 
Por último me gustaría agradecer personalmente a todas las mujeres y hombres que luchan a través del arte por la igualdad de género. Pero más todavía a todas esas mujeres y hombres que lo hacen día a día desde su trabajo, que no se callan que promueven la igualdad en su casa, en su trabajo, en el gimnasio y hasta en el autobús. Porque gracias a ellas yo hoy puedo tener una cuenta en el banco sin tener que pedir permiso a un hombre, puedo votar, puedo estudiar lo que quiero, puedo tener hijos o no si quiero, y puedo ejercer la libertad que otras muchas no han podido.

Gracias por leerme y recordad Aventureras: Todos estamos un poco locos aquí.

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