lunes, 13 de mayo de 2019

Alicia




Hola, Aventureras, el blog está cerca de acabar y la última entrada semanal creo que no puede tener tema mejor que Alicia en el País de las Maravillas. 

Antes de nada vamos a hablar un poco sobre Alicia. Alicia fue originada en el camino de Oxford a Godstown en barco. Carroll conoció a tres niñas, tres hermanas, entre ellas una niña alegre y risueña llamada Alice. Para complacer a las niñas, y debido al cariño especial que sentía por Alice, este contó a las niñas una serie de historias fantásticas que llamó Las aventuras subterráneas de Alicia. Según los relatos del propio Dodgson, de Alice Liddell y de Duckworth, el autor improvisó la narración, que entusiasmó a las niñas, especialmente a Alice. Siempre la hemos identificado como una niña rubia y elegante, pero en verdad la Alice original era morena. La razón de que nos la imaginamos así es porque en las priemras ediciones de Alicia se le pintó con una gran melena dorada. 
Recuperada de Google, etiquetada para su reutilización. 
La burla hacia la sociedad y las costumbres de la época eran reflejadas en actitudes de Alicia con los diferentes personajes. Alicia era una niña nacida en la época victoriana, perteneciente a la clase media y con educación inglesa. Alicia se debate siempre entre la niñez y la adultez, la inocencia y la madurez. Para Carroll, el crecer lleva inevitablemente a la corrupción, a la sexualización, a la emocionalidad y a la hipocresía adulta. 

Aunque no todo es un cuento de hadas alrededor de la historia de Alicia. Alice Liddell (Alicia en el cuento), hija del decano de la Universidad de Christ Church sabemos que es la inspiración de Carroll, pero también la intentó convertir en su esposa pero su petición de mano fue rechazada de plano. Algunos medios lo han tachado de “pedófilo reprimido”. Tras destruir los 2.000 primeros ejemplares puesto que las ilustraciones se reprodujeron incorrectamente, la versión definitiva de Alicia en el País de las Maravillas se publicaría en noviembre de 1865. A este libro le segurían: “Alicia a través del espejo” en 1871 y "Alicia para los pequeños” en 1890. 
A partir de este cuento se empezó a investigar sobre un síndrome que afectaba sobre todo a los niños que consiste en que los pacientes ven las formas y los colores alterados, además tienen la sensación de que los espacios se van haciendo cada vez más pequeños o más grandes. 

Recuperada de Pixabay

Alicia se ha mantenido muy presente tanto en el cine como en ballets, óperas o videojuegos. 
La principal es la adaptación cinematográfica de Alicia en el País de las Maravillas de Disney, estrenada en 1951. Aunque mantenga en nombre de la primera novela, esta adaptación contiene escenas de toda la trilogía. Federico Ibarra hizo una transcripción en dos actos para solistas y orquestas que fue estrenada en 1995. La última adaptación más reseñable es la de Tim Burton, estrenada en 2010, con protagonistas a actores de la talla de Anne Hataway, Mia Wasikowska, Jhonny Depp o Helena Bonham Carter, entre otros. 


¿Sólo quiero saber qué camino tomar? le preguntó Alicia. Y nuestro gato le responde "pues depende de a dónde quieras ir". Pero Alicia no sabe a dónde quiere ir, entonces el gato le dice "entonces no importa el camino". Si no tienes claro el camino que seguir, qué importa el camino. Céntrate, párate a pensar y luego sabrás perfectamente el camino. Luego Alicia le dice que no quiere tener ningún trato con un loco y ahí es cuando dice nuestra cita favorita "eso es un poco imposible todos estamos locos por aquí". Como ya sabemos, Lewis quería hacer una crítica social, por lo que es imposible no toparse con un loco ya que todos estamos locos. 


Aventureras, podemos sacar mucho de la literatura, el cine y el arte en general como hemos visto en las publicaciones de este blog. Por eso me parecía importante cerrarlo con la historia que dio origen a todo esto. Aparecer, impactar y plantear grandes dudas, como nuestro protagonista, no es tarea fácil pero con el arte podemos llegar a mucha gente y dejar huella. Recordad, Aventureras: Todos estamos locos aquí. 


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